En la tarde anterior el público que circulaba por la semipeatonal de calle Artigas se vio sorprendida por un procedimiento policial que se cumplió en la Joyería propiedad de Adriana Ferreira.
Ferreira que tiene una trayectoria comercial de 30 años, dijo que todo se inició por una clienta que le reclamó la devolución del dinero que había pagado por la compra de un anillo. “Como la señora no tiene dinero quería que yo le devolviera el monto que ella pagó y comenzó a difamarme. Junto a mi abogado Julián Goncálvez hoy estaremos presentando nuestro recurso ante las autoridades judiciales porque en la jornada de ayer me hicieron pasar momentos muy desagradables.
Una señora amiga de la anterior, por despecho, comenzó a gritar en la puerta de mi local que todo lo que yo vendía era robado. Que lo que estaba en la vidriera era todo robado y le pertenecía.
Pasamos momentos muy feos, hicieron incluso un allanamiento en mi casa, donde estaba mi mamá sola.
Todo lo que esa señora señalaba me era incautado. Las medallas con vírgenes, las cadenas, todas esas joyas las compro a un mismo proveedor que también se las vende a otras joyerías e incluso a la señora que me acusaba.
Yo estoy tranquila, se que la mercadería es mía, no compro ni siquiera oro. Entiendo que está todo mal, es como un atropello y siempre he trabajado honradamente en todos mis años en la joyería.